El nuevo protocolo supone una mejora y actualización del convenio en vigor, que favorecerá la inversión española en Estados Unidos y la americana en España.
Las medidas técnicas mejorarán el intercambio de información y asistencia mutua entre las autoridades tributarias de ambos países. El protocolo establece reglas claras de limitación de beneficios para garantizar que estos estén efectivamente restringidos a los residentes en EEUU y en España y se ofrecen soluciones para contribuyentes especiales.
Los principales cambios previstos en el nuevo tratado son los siguientes:
• Reducción o eliminación de las retenciones en dividendos.
• Reducción o eliminación de las retenciones en intereses y royalties.
• Eliminación de la imposición de las ganancias patrimoniales.
• Establecimientos permanentes: se extiende el tiempo mínimo requerido para considerar la existencia de un establecimiento permanente en 12 meses.
A medio plazo se prevé facilitar la creación de empleo y la movilidad de capital entre los dos países. Asimismo, el gobierno norteamericano facilitará los trámites para dilucidar disputas sobre pagos de impuestos, a través de un arbitraje obligatorio y vinculante.